ARQUIDIOCESIS MADRE DE DIOS. MOSCU
CARTA DE NUESTRO OBISPO, PABLO PEZZI,
20 de Marzo del 2020.
Carta del Arzobispo sobre la suspensión de las misas en Moscú y San Petersburgo y la restricción en otra ciudades.
Queridos hermanas y hermanos,
Como complemento a las cartas anteriores de 13/03/2020 y del 18/03/2020 al Decreto No 41/20 del 18/03, tomando en cuenta las recomendaciones del gobierno de Moscú y con la certeza de que depende de todos nosotros, se requiere que, en un espíritu de sacrificio y amor de los unos para con los otros, dar un paso más. Por lo que he llegado a la resolución de suspender las misas y todo servicio litúrgico en Moscú y San Petersburgo, comenzando el día domingo 22/03/2020, hasta el 09/04/2020, inclusive. En las demás parroquias (de otras ciudades), los servicios litúrgicos se permiten, únicamente en el caso de que el número de personas que se encuentre en la iglesia no supere las 30 (treinta) personas; conservando la distancia entre las personas, de no menos de 2 (dos) metros; de igual manera, todos los participantes deben usar medios de protección individual (como por ejemplo, máscaras médicas). Pido a los fieles orar en casa, y si no hay necesidad extrema abstenerse de ir al templo. Doy a todos los fieles, mientras dure este período, la dispensa de la obligación de participar en las misas dominicales y fiestas de precepto.
En el momento presente, debemos tomar consciencia de que el concreto sentido humanitario de cada creyente se convierte en camino de salvación, tanto
para sí mismo como para la sociedad en general. Por esto debemos cuidar la salud de cada persona, especialmente de los más débiles y de nuestros
mayores. Entiendo perfectamente que las medidas que estoy dictando, y que posiblemente no sean las últimas, pueden suscitar en ustedes, falta de entendimiento,
vergüenza o hasta incluso indignación. Precisamente en momentos así como éste, es que hemos de dirigirnos a San José, tal como lo hicimos de manera especial en día
de ayer que celebrábamos su solemnidad. San José no tuvo miedo de tomar las medidas necesarias para salvaguardar la vida de Jesús y de su esposa María. Él
incluso, aunque no entendía todo hasta el final, en aquellos momentos más difíciles fue fiel a la voluntad de Dios, esa que le fue anunciada por el Angel. Para
nosotros, hoy, el Angel – es la voz de la Iglesia que, únicamente es movida por la atención al bienestar de sus hijos.
Hago un llamado a todos los sacerdotes, responsables de las parroquias y comunidades, a las cuales me referí más arriba, que de la manera más ágil y completa
informen sobre mis disposiciones a su feligreses, y que, según sus posibilidades, busquen que a diario se pueda realizar, al menos algún servicio litúrgico, en el cual los
fieles puedan participar a distancia. De igual forma le pido a estos sacerdotes, especialmente en los domingos próximos, estar disponibles a acoger a aquellos creyentes que, no conociendo estas medidas tomadas, llegarán a las iglesias. A la hora de repartir la Sagrada comunión, guarden estrictamente todas las medidas de seguridad, y en el caso de acumulación de un número excesivo de personas, le expliquen a la gente la situación y les pidan que, de forma ágil, regresen a sus casas. De igual modo, les pido estar disponibles para acoger a los fieles de manera individual, los cuales, en situaciones de necesidad extrema, se acercan a la iglesia para rezar, para orar, confesarse, para recibir la Sagrada Comunión.
Queridos hermanas y hermanos, ¡la Santa Misa no secancela, las iglesias no se cierran! Los sacerdotes van a celebrar las Santas Misas en privado. Estas Misas se celebran por el bienestar del pueblo y ustedes deben saber y entender esto. En estas circunstancias difíciles les invito a realizar la comunión espiritual. Esta puede hacerse en el momento del rito de la Comunión, si están participando de la transmisión on-line de la Santa Misa, o en cualquier otro momento que sea adecuado, leyendo la siguiente oración:
Oh, mi Jesús! a tus plantas, me postro; Te pido el arrepentimiento de mi humillado corazón,
sumido en mi nada personal Y en tu santa presencia. Te adoro en el Sacramento de tu amor
Y quiero recibirte espiritualmente en el pobre santuario al que te invita mi corazón; a la espera del sagrado momento
en el que te comulgue en la Sagrada Eucaristía.
Oh mi Jesús, ven a mí, para que a Ti pueda llegar. Que tu amor, en la vida y en la muerte, todo mi ser incenda.
En Ti Creo, en Ti espero y te amo. Amén
Queridos hermanas y hermanos,
Reciban mis palabras como signo de cercanía espiritual para con cada uno, pues como dije en la homilía de ayer, en la solemnidad de San José, la cercanía
espiritual, la relación espiritual entre nosotros, es más estrecha y profunda que la física. Hoy estamos llamados a fortalecernos en la convicción de que la presencia
espiritual de Cristo, el guía de nuestra vida, es una realidad. Les llamo a compartir su testimonio unos con otros por medio de mensajes, comunicándose como han
experimentado en sus vidas la realidad de esta cercanía espiritual de Cristo, para el enriquecimiento de la fe, la esperanza y el amor de toda nuestra iglesia.
Su obispo en Cristo
+ Pablo Pezzi
Moscú, 20 de marzo de 2020
13 de Marzo del 2020.
Respecto a la prevención del coronavirus.
Queridos hermanos y hermanas!
Debido a la situación desfavorable relacionada con el nuevo coronavirus (COVID-19), cuya propagación según la Organización Mundial de la Salud ha alcanzado la etapa de pandemia, quiero expresarles a todos ustedes mi cercanía en la oración y la preocupación de su obispo, quien, como padre, está llamado a compartir con sus hijos sus inquietudes y necesidades. El coronavirus no es una maldición o castigo de Dios. Sin embargo, a través de estas dolorosas circunstancias, Dios nos muestra que no solo no somos omnipotentes, sino, por el contrario, criaturas frágiles y vulnerables. A pesar de todos sus logros, la ciencia no puede resolver el problema del sufrimiento, la muerte y el mal. Dios nos muestra que nos necesitamos unos a otros, que debemos cuidar a nuestros hermanos y hermanas, que debemos aprender a vivir aceptando a Dios mismo en nuestras vidas. En esta perspectiva, la Cuaresma puede ser un buen momento para cambiar nuestro estilo de vida y reconstruir relaciones cercanas en la familia, especialmente entre padres e hijos. Me gustaría invitarlos a todos, y especialmente a la familia, a redescubrir la oración del Santo Rosario y del Vía Crucis. Al realizar estas oraciones en nuestros hogares, veremos que no solo nos reúnen alrededor de Cristo, sino que, de hecho, nos ayudan a recorrer el camino de Vida por el que pasaron Jesús y su Madre, María. Al final de la Santa Misa, será muy útil leer la oración "Bajo tu protección". También quiero dar algunas recomendaciones que serán válidas hasta el 3 de abril de 2020 y que están destinadas a prevenir la propagación de enfermedades.
- Cuando se celebre la Santa Misa, los sacerdotes y los responsables de preparar el altar deben tomar todas las medidas de prevención: lavarse bien las manos con agua y jabón, incluso antes de preparar las especies eucarísticas (el pan y el vino), usar desinfectantes al lavar los utensilios litúrgicos.
- Evitar tocar y estrechar las manos. El saludo de paz se puede hacer con una reverencia.
- Durante la comunión de los fieles, si el sacerdote ha tocado los labios de quien comulga, se recomienda suspender la comunión y cuidar de limpiar las manos con un desinfectante. Si no es mucha violencia para los fieles, se les permite tomar la Sagrada Comunión en la mano.
- Los feligreses con síntomas de infecciones virales agudas o leves, deben abstenerse de visitar el templo y dedicar el tiempo apropiado para la oración (cf. Kan. 1248 KKP, KKTs 2181). También pueden aprovechar la oportunidad de participar en la Misa, transmitida por Internet, observando el silencio apropiado y la atmósfera de oración. Actuar así no es un pecado, sino, por el contrario, un sacrificio voluntario y un acto de amor.
- La veneración de la cruz, los íconos y las reliquias durante este período, se deben realizar con una reverencia, no con un beso.
- Puede ser útil eliminar el agua de los recipientes a la entrada del templo.
- El clero y todos los fieles deben seguir las reglas y regulaciones de las autoridades estatales y municipales y los servicios de epidemiología sanitaria para prevenir la propagación de enfermedades causadas por el nuevo coronavirus.
- Familiarizarse con las normas y reglas de comportamiento para prevenir la infección. Queridos hermanos y hermanas, espero que estas palabras y recomendaciones contribuyan al bien de nuestra salud y nos ayuden a aprovechar este tiempo de Cuaresma para una conversión genuina y profunda a Dios. Reciban mi bendición en el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo. Vuestro Obispo en Cristo.
† Павел Пецци
Moscú, 13 de Marzo 2020.
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